¿Por qué necesito una web para vender?

La dinámica de la pandemia logró que muchos se vieran forzados a experimentar en canales de ventas a los que no estaban acostumbrados. WhastApp y las redes sociales llegaron como una solución a corto plazo para quienes pretenden crecer en el mundo digital; pero todas estas alternativas son insuficientes si no están respaldadas por un sitio web propio. 

La realidad ha empujado a muchos emprendedores y comerciantes a modificar sus hábitos de venta e invertir y profundizar en nuevos canales o herramientas digitales, casi como una alternativa inevitable para sobrevivir a estos tiempos; pero en ese “sálvese quien pueda” que parece haberse instalado a partir del Covid-19, no todo lo que brilla es oro ni existen las recetas mágicas ni las soluciones inmediatas.

Argentina, según mediciones de Enero de este año, se ubica en el sexto lugar entre los países con mayor cantidad de horas de internet por persona, con 8 horas y 47 minutos diarios. Esto hace que el potencial de ventas está compuesto cada vez más, por tráfico digital que personal o físico. El crecimiento en los últimos tiempos fue exponencial y lo refleja el mismo informe pre-pandemia:

  • 87% de los clientes, antes de comprar, busca el producto por internet.
  • 93% chequea el producto en la tienda online o física, si se puede.
  • 64% de los usuarios han realizado la compra en 2019. Este valor creció exponencialmente de marzo hasta hoy.
  • 99% de los usuarios alguna vez hicieron una compra digital en su vida

Las redes no son nuestras

Contrariamente a lo que muchos creen, todo el contenido publicado en las redes sociales, no nos pertenece, sino que es de las empresas que desarrollaron esas plataformas: Facebook, Instagram, Youtube o Twitter antepusieron un contrato al que todos le dimos “aceptar”, que marca los términos y condiciones, y que la enorme mayoría jamás leyó.

Esto hace que si de repente estas empresas decidieran cobrar por su valioso servicio o se implementara algún impuesto a su uso, y uno no pudiera o quisiera abonarlo, nada de lo está ahí dentro seguiría siendo de nuestra propiedad. Por eso suena raro, pero no está de más repetirlo: las redes sociales no nos pertenecen.

Como contrapunto, las webs en el formato que sea, pero sobre todo en la modalidad de la tienda, es el único canal de ventas propio porque lo desarrollamos y administramos sin depender de terceros.

La principal desventaja de los productos publicados en las redes sociales es que no aparecen en Google, que concentra más del 90% de las búsquedas. Puede aparecer mi marca o perfil, pero no un producto. Ese producto sólo aparecerá traído por los grandes portales de ventas o por mi propio sitio web, pero no por ninguna red social.

La falsa expectativa de vender por redes sociales es limitada, porque sólo llega a quienes la buscan por la misma red social. Tener sólo Facebook e Instagram no implica armar una estrategia digital completa. Son unidades complementarias, pero no resuelven el proceso de venta.

¿Y WhatsApp tampoco?

Muchos negocios que no se abren a usar WhatsApp como un canal más de ventas para sus clientes, están perdiendo facturación porque tal vez su competidor ofrezca esta herramientas y tome una ventaja clave en la decisión de esa persona a la hora de elegir dónde comprar. Ahora, ¿es WhatsApp mi tienda virtual?. De ninguna manera, no figura en la web, no posiciona en buscadores, no es una red social, sólo una mensajería instantánea que acelera el proceso de ventas, pero pensarla como la plataforma central de nuestro negocio es muy limitado.

Si bien las redes sociales se transformaron en buscadores, son muy limitados a públicos específicos. Si comparamos, los resultados veremos que Google trae mejores resultados que las redes. Hoy por hoy las redes sociales no venden, generan clientes potenciales, pero sí o sí tienen que terminar la compra en mi sitio web o en un link de Mercado Pago, pero no automatizan el proceso de ventas. No hay procesos de transacción en las redes sociales.

Las redes generan visibilidad, tráfico, presencia hacia la tienda, para generar las ventas a usuarios o consumidores, pero no venden por sí solas. Lo único que posiciona en Google son los sitios webs, no puedo hacer publicidad en Google si no tengo un sitio web.

La diyuntiva no es tal porque no se trata de vender por las redes «o» tener una tienda web, sino de tener un sitio web «y» potenciarlo con nuestras propias redes sociales.

En síntesis…

1. Sólo un sitio web posiciona en Google y Google genera el 98% de las búsquedas de Internet.
2. Las Redes sociales generan tráfico pero no pueden vender, sólo direccionar al cliente a nuestro web.
3. WhatsApp no es una red social y menos un sitio de ventas, es una herramienta de mensajería instantánea.
4. No tener sitio propio y sólo depender de plataformas -Mercado Libre, Redes Sociales o cualquier otra tienda- hace que no seamos propietarios de nuestro contenido, dependeremos siempre de terceros.
5. El sitio web propio es el único que permite promocionar, posicionar, vender y cobrar por nuestros medios.

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